El problema actual de la sociedad mexicana, no es la falta propiamente de dinero, que en éste 2020 sí la hay. Si no, la cultura financiera en y de adultos, los cuales en su juventud nunca estuvieron alrededor de personas les enseñaran y compartieran ideas de inversión, ahorro y protección respecto a su futuro financiero.
«Las personas tienen una tendencia perversa a comportarse como seres humanos»
Peter Drucker
El gurú y pionero del campo de la cultura y gestión empresarial, Peter Drucker, alguna vez mencionó ésta famosa frase, para referirse principalmente a que los humanos no somos máquinas y por lo tanto, no somos programables. Sin embargo, tenemos necesidades y deseos que satisfacer, no obstante que podemos agruparnos en grandes características comunes y simples, la segmentación y transmisión de conocimientos, es sólo un primer paso lejano para comprender la cultura financiera.
La pregunta clave es ¿qué nos motiva?
Todo punto de partida es debido a la motivación personal, individual y única. Partiendo de ahí, las preguntas eje las estamos haciendo a un adulto hecho: que realmente no sabemos qué tan derecho fue hecho (disculpando el trabalenguas). Los profesores y los padres, los abuelos, tíos y padrinos, los entrenadores y coaches, son parte de la formación de niños y jóvenes. Todos tienen impacto en sus vidas, por lo que la cultura, como conocimiento, tiene que venir desde los adultos.
¿Qué nos motiva? A un adulto: los hijos, la pareja y la familia primariamente. Secundariamente quizás un coche, una casa, un pasatiempo o visitar algunos exóticos lugares del otro lado del mundo. Y ni hablemos de la planeación de su empresa. Pero… a los niños y jóvenes, ¿qué los motiva y cómo logramos una cultura financiera en ellos?
Empecemos con lo básico: ¿qué es y cómo se crea la cultura? A grandes rasgos: la cultura son conocimientos, ideas, costumbres y tradiciones que caracterizan una época, un pueblo, una ciudad, una clase social, etc. Se adquiere y se desarrolla gracias a la lectura, estudio, entrenamiento, capacitación y trabajo.
Entonces, si sembramos ideas de ahorro, de inversiones en lugar de gastos… ¿lograremos una cultura financiera en los jóvenes? Sí y no. A esas edades no les interesa tomar decisiones acertadas de dinero para lograr un bienestar financiero el día de mañana. La idea, es mostrarles a través de historias y anécdotas propias a su edad, de como una buena decisión, a la par una mala, puede afectar el bienestar el día de mañana. La creación de una moraleja con personajes distraídos y divertidos, hasta caricaturescos como ellos a esas edades, puede tener un impacto mucho mas potente que la simple idea platicada.
Queremos que tengan bienestar en su vida y cuando les toque ser adultos, no les sucede como a los millenials en la Pandemia actual. En resumen, debemos de poner nuestro granito de arena en los niños y jóvenes, de manera constante y con muchos ejemplos divertidos y variados, para que visualicen su vida mañana, el fin de semana próximo, el juego próximo, la navidad próxima, su cumpleaños, etc. y con ejemplos cortos y divertidos, tengan información adecuada y sembrada en sus jóvenes mentes, para que poco a poco desarrollen una cultura… una cultura financiera.
Cultura financiera, ese esbel reto
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