Cada que veo a Carlos Kasuga, me detengo a escuchar. Me gusta mucho su filosofía de vida y de negocio. Es muy simple pero profunda su visión de cómo ser una persona preparada y completa.
De las conferencias que yo le he escuchado, me gusta mucho como relaciona las estaciones del año con las etapas de la vida. La forma en que él lo explica es que cada 20 años entras a una etapa nueva en tu vida y ésta enseñanza está basada en la educación que recibió él de sus padres, que emigraron de Japón y llegaron a México alrededor de 1930.
Hay que analizar toda enseñanza, para ver como puede ayudar a nuestro crecimiento. Ésto me sucedió hace tiempo, pero hasta hoy me di el tiempo de escribirlo:
Primavera
La primavera es cuando naces y todo es aprendizaje. La edad de la inocencia. Es cuando conoces y vas aprendiendo como es el mundo. Bueno, como te guían y te enseñan que es el mundo. Todo es bonito y lleno de ilusión. Empezamos a crecer física, moral e intelectualmente en nuestra preparación para la vida: en la escuela y con la familia.
Si la primavera de la vida fuera un árbol, sería el sembrado de la semilla, las primeras ramas y el crecimiento del joven tronco. Se empieza a vislumbrar el color que tendrá cuando crezca.
Verano
La diversión predomina ésta etapa. Empiezan a realizarse algunos compromisos. Se «termina» la preparación académica y se busca crecer aprendiendo. Quizás, en ésta etapa se conoce a una pareja, se tienen hijos o se trabaja con intensidad. Se tiene algo de dinero y se busca el entretenimiento.
Si el verano de la vida fuera un árbol, sería un tronco grueso y sus ramas ya serían algo frondosas, pero jóvenes. No está en plenitud, aunque ya tiene fortaleza en su ser y su color sería un verde natural potente.
Otoño
Es la etapa de plenitud y potencia: se florece en el trabajo o empresa. Es la etapa de consolidación. La familia probablemente creció y quizás los hijos o sobrinos ya estén adolescentes. Las canas en el pelo son notorias… y quizás el abdomen también. El ingreso económico debe ser el más alto de toda tu vida laboral y ya no debe ser demasiado el tiempo que se trabaja, sólo lo necesario y lo más rentable posible.
Si el otoño de la vida fuera un ábol, su tronco estaría lo más grueso que va a estar en toda la vida y sus ramas lo más grandes, frondosas y coloridas que alcanzará. Está en su plenitud y algunas de sus hojas quizás, empiezan a cambiar de color: de un color verde a un café rojizo espectacular.
Invierno
Es la etapa que está alrededor de los 60 ó 65 años de cada persona. En teoría, se tiene el tiempo y dinero para realizar gustos y pasatiempos. Probablemente ya se tengan nietos o tus sobrinos ya tienen hijos. Se tiene mucha experiencia y ya se ven los sucesos de la vida con paciencia. Se desarrolla el espíritu a plenitud. Se busca tener paz y tranquilidad. Se voltea a ver a la vida con añoro y orgullo, por los logros y metas cumplidas.
Si el invierno de la vida fuera un árbol, sería uno grande que sigue dando sombra y su fortaleza está en la experiencia, no en la solidez física. Le queda menos tiempo de vida y aunque sus ramas siguen siendo grandes, su color empieza a ser neutro y quizás tenga muy pocas hojas verdes. Sin embargo, el tiempo lo hace un digno ejemplar de admiración.
Págate un 10% de tu ingreso hoy que estás en tu etapa de Verano y Otoño, para que llegues al Invierno de tu vida sin preocupaciones financieras
Carlos Kasuga
Y tu: ¿disfrutas plenamente la etapa en la que estás y te preparas para la que sigue?
Así se vive la vida: unos estamos en una etapa; y otros, aunque quizás renuentes, en otra. Aceptemos el hoy, vivámoslo a plenitud.
Dice Don Carlos Kasuga, que trabajemos donde trabajemos y hagamos lo que hagamos, todos tenemos proveedores: de nuestro 100% de ingreso, el 90% se va a los proveedores de casa, ropa, servicios, comida, salud, escuela, etc. y que el 10% nos lo debemos de pagar a nosotros mismos.
Es un gran aprendizaje: págate un 10% de tu ingreso hoy que estás en tu etapa de Verano y Otoño, para que cuando llegues al Invierno de tu vida, tu preocupación no sean las deudas, las medicinas o el dinero… que el dinero que guardaste, sea para tí, para el regalo de tus nietos, para tus pasatiempos o tus viajes.
¿Porqué te comparto ésta excelente anécdota?
Porque me dedico a ayudar a las personas a lograr sus objetivos en la vida. Y en éste caso, el objetivo se llama Jubilación.
Soy Sergio Garcia. Envíame un mensaje al whatsapp 818.309.0354 o escríbeme al email sgarcia@sgconsultores.mx : será un placer ayudarte y atenderte como mereces.
